Después de 2 horas inconsciente me desperté, aunque con una vista un poco nublada del disparo que había sufrido. Cuando logré ver más o menos bien me dí cuenta de que estaba en un hospital. Yo no sabía lo que pasaba, pero lo primero que me preguntaba es que donde estaría Antonio (el hombre enmascarado), y aquella chica tan extraña que me recordaba a alguien y que me salvó la vida. Yo estaba dispuesto a salir del hospital porque mi misión aún no había terminado, todavía tenía que recuperar las perlas que Antonio le robó a mí hija. Pedro que era el médico me dijo que me daría el alta en unas pocas horas.
Ya fuera del hospital, me tocaba ponerme en acción, así que fui al hogar de Antonio, pero era demasiado tarde, el misterioso hombre ya no estaba allí, y la chica que me salvó la vida tampoco.
Decidí mirar por el suelo porque fue donde ví las perlas por última vez, pero no las encontré, así que me propuse mirar en los cajones para ver si las habia dejado allí para quitarse de problemas. Tampoco estaban allí, lo único que encontre fue una carta dirigida de Antonio hacia mi sobrino David, y que decia lo siguiente: Tienes que contarle a tu tio lo que ya hemos hablado, y decirle que su hija y los amigos, han muerto.
En aquel momento me quedé congelado porque me acababa de dar cuenta de que mi sobrino me había traicionado totalmente, es decir, que la historia que me había contado de mi hija y sus amigos era todo mentira. Lo que si era verdad es que mi sobrino había muerto y ya nunca lo iba a volver a ver, porque aunque me traicionó, yo lo seguía queriendo de la misma forma que siempre.
De este modo, mi hija y sus amigos todavía podían estar vivos. Yo tenía la mente en blanco porque no sabía que hacer, así que, decidí pegar por toda la ciudad una foto en la que salían mi hija y sus amigos.
Aquella foto se la hice un día después de que se conocieran.
En aquel cartel ponía: desaparecidos Jessica, Cristian y Arantxa, de 20, 15 y 13 años. Por favor si les han visto en algún lado contacten conmigo llamando al teléfono: 9163945002. Gracias.
El domingo por la tarde, sobre las 17:30, recibí una llamada de una señora que se llamaba María, diciéndome que había visto a Arantxa (la amiga de mi hija) en un barrio muy cercano a Madrid llamado Fuenlabrada.
Sobre las 18:15 salí de mi casa buscando a Arantxa.
Di toda la vuelta al barrio pero no la encontré.
Aquella noche no pude dormir porque si aquella niña a la que vio Maria, fuera Arantxa, la pobre chica iba a pasar toda la noche en la calle.
Al día siguiente, Maria me volvió a llamar y me dijo que había visto a Jessica y a Cristian paseando juntos.
A los pocos días me enteré de que Maria estaba compinchada con Antonio, porque su vecina me dijo que ya había mentido más veces a sus víctimas.
No tenía ni idea de lo que podía pasar, ¿qué ganaba esa señora con engañarme sobre el asunto de mi hija y sus amigos?. Ese mismo día recibí una misteriosa llamada: Si es usted Juan torres, escúcheme lo que le voy a decir. Antonio ha sido asesinado por una chica llamada Jessica, ella ha dicho que usted es su padre, si es usted llame al teléfono 9161857934. Gracias.
En ese momento pegué un salto de alegría, mi hija estaba viva y yo la podía ir a abrazar. A los cinco minutos llamé al teléfono que me dijo el hombre, pero todo era mentira. La persona que me llamó era Antonio, es decir, el hombre enmascarado que supuestamente había matado a mi hija y a sus amigos.
En la llamada que le hice me dijo: hola, soy el que te ha robado las perlas, te he mentido para que por lo menos sonrieras un poco, pero se acabó el juego, te voy a decir toda la verdad: Tu hija y los bobos que le acompañaban consiguieron pasar todos los obstáculos, pero no pudieron conmigo. Les encerré en un cuarto durante unos meses, después mandé a Jessica a Estados Unidos, a Cristian a Francia y a Arantxa a Rusia. Ahora están secuestrados en esos países por mis hombres, si quieres salvarlos deberás de enfrentarte a ellos. Como en quince días no los hayas rescatado daré una orden para que los maten. En ese momento cojí un poco de ropa y dinero y salí rumbo a Estados Unidos.
