Durante el tiempo que estuvo secuestrada en Estados Unidos, mi hija lo pasó muy mal. Según me contó ella no le daban apenas de comer y la trataban mal. En lo que más pensó fue en su novio Iker, en lo que sufrió desangrándose y ella sin poder hacer nada. Me dijo que se sentía culpable de su muerte, pero no era verdad, ella no pudo hacer nada en ese momento. Además, él había muerto nada más recibir el disparo, ni siquiera una ambulancia le hubiera salvado la vida.
Ya dejando el tema le pregunté que si sabía algo de Cristian o Arantxa, pero su respuesta fue negativa. Entre el viaje que había hecho, el tiempo que tardé en recuperar a Jessica y la noche que pasamos allí ya habían pasado 2 días. Sólo me quedaban 13 para el tiempo máximo que me había dado Antonio. Mi hija y yo cogimos un avión rumbo a Rusia a buscar a Arantxa. Después de bastantes horas de avión y de un cansado viaje llegamos al aeropuerto. Los hombres de Antonio, al igual que con Jessica, también nos estaban esperando allí. Esta vez no nos pidieron dinero ni nada parecido, sólo nos dijeron que nos esperásemos un rato hasta que trajeran a Arantxa. A mí me sonaba demasiado raro que nos fueran a entregar a la chica sin nada a cambio después de tanto tiempo secuestrada. Después de 30 minutos vimos aparecer a uno de los hombres con Arantxa agarrada en un brazo. La chica no tardó ni 2 segundos en abalanzarse sobre nosotros y pegarnos un abrazo muy grande. Los hombres de Antonio no pusieron ningún impedimento y nos dejaron marchar a buscar a Cristian. Todavía nos quedaban 12 días para rescatar a Cristian, me extrañó mucho que Antonio me diera 15 días para buscar a mi hija y a sus dos amigos si sabía que sus hombres me lo iban a poner tan fácil para encontrarlos. En ese momento algo no me cuadraba, alguna trampa nos tenía preparada Antonio.
Arantxa, mi hija y yo fuimos al aeropuerto para coger el avión que viajaba a Francia. Cuando estábamos aterrizando vi por la ventanilla que algo pasaba allí.
Ya fuera del avión no tuvimos tiempo ni de respirar, Antonio estaba escoltado por más de 20 hombres con metralletas que no dudaron en matar a varias personas que intentaron escapar. Ahí estaba la trampa, Cristian nos esperaba al otro lado del aeropuerto, por eso Antonio me dio tantos días, lo tenía todo planeado.