lunes, 26 de abril de 2010

DUELO A VIDA O MUERTE

DUELO A VIDA O MUERTE

Cada día que pasaba me sentía más cerca de él, sabía que dentro de poco volvería a estar a su lado, a tocar su pelo, su cara, su cuerpo.
Todo pasaba muy despacio, pero era consciente de que dentro de poco este infierno acabaría.
Sentía cómo algo me consumía por dentro muy lento y dolorosamente.
Me incrustaba su puñal con fuerza una y otra vez hasta el punto de hacerme perder peso y cambiar mi imagen a peor.
Pasaban los días, y contaba las horas que me quedaban para verle y estar con él hasta la eternidad.
Me corría el sudor frío por la frente, y mis manos palpaban el miedo.
Yo seguía luchando segundo tras segundo, pero algo me decía que iba a perder este duelo. El rival era demasiado fuerte, y yo estaba demasiado débil.
Escuchaba el sonido de las lágrimas recorrer mi cara y deslizarse lentamente por mi cuerpo hasta humedecerme el alma.
Llegaría el momento en el que la sábana blanca decidiría si ganaba el duelo o lo perdía, si me cubría o me destapaba.
De repente todo se volvió oscuro, una luz brillaba fuertemente al final del túnel, ya no había vuelta atrás, había perdido el duelo y mi alma volaba para unirse eternamente con la suya.

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